Cuando les hablé a un grupo de amigos que el tema que había elegido para mi participación en esta sexta edición del Personal Branding Lab Day era “20 claves que he aprendido en este 2020”, todos, absolutamente todos, saltaron al unísono: “¡Noooooo! ¡2020 no! ¡No queremos saber nada de 2020! Habla de 2021”.

Sus reacciones fueron un golpe de realidad. Y una invitación a escuchar y observar más lo que está ocurriendo fuera de mi burbuja de protección. Ya no es lo que veo en las noticias, es lo que se ve y lee: 

– «Llevo muchos años buscando trabajo y no consigo»

– «En mi empresa van a despedir a más gente, no sé si estaré en la lista»

– «Cada vez es más complicado vender, la competencia es inmensa»

– “No puedo permitirme una página web y ahora todo es digital”

– «Si seguimos así, tendremos que cerrar»

– «No consigo clientes, qué hago»

– “Esto de las redes sociales y el postureo no va conmigo”

– «Tendré que reinventarme…»

¿Te identificas con alguna de estas situaciones? ¿Las escuchas a menudo en tu entorno? Si tu respuesta es “sí” a alguna de estas dos preguntas o a ambas, te invito a ver este vídeo que he preparado especialmente para ti:

Cómo surgen estas 21 claves para el 2021

“Haz que tu Marca Personal te encuentre trabajo”. Cuando leí el lema para esta sexta edición del Personal Branding Lab Day me quedé unos minutos pensando en la potencia de ese objetivo. Enseguida pensé en las personas con las que me relaciono que están en búsqueda de empleo o quieren mejorar su situación laboral, en un momento tan complejo y con tanta incertidumbre. Personas cansadas de entregar su currículum, frustradas por la ausencia de llamadas, de entrevistas o tan siquiera de respuestas donde han logrado postularse.

Y la propuesta del Congreso es darle la vuelta. Es hacer que tu marca personal brille tanto, que sean ellos quienes te busquen, te llamen, te escriban. Y donde digo “ellos”, digo reclutadores, clientes, proveedores, potenciales socios…

Me pregunté: ¿y será esto posible? Y al leer el cartel de ponentes y ponencias no me cupo la menor duda. Porque si con esa cantidad de contenido de valor de los máximos referentes en marca personal no nos hacemos más visibles, no nos ponemos a trabajar en darnos visibilidad a nosotros mismos con estrategia y planificación, pues entonces el problema es otro… 

Y allí hubo un clic dentro de mí: “Y tú, Francis, ¿qué estás haciendo para que el trabajo te encuentre? ¿Te está ayudando tu marca personal? Estás tan cerca de los máximos referentes, ¿qué estás haciendo tú por ti?”. Y las respuestas vinieron en forma de flashes a toda velocidad:

Voy por la cuarta reinvención, obligada por razones que ahora no vienen al caso. Y los últimos años han sido muy complicados como autónoma freelance, clientes tóxicos, problemas y números rojos. Y cuando creo que por fin todo comienza a cambiar con tres proyectos nuevos cerrados la última semana de febrero de este año, llega la COVID19. Y todos se caen. Todo se cae. Y yo con ellos…

Entonces tuve que tomar una decisión: o me dejaba llevar por esa nube negra o comenzaba a hacer cambios sustanciales en mi vida. 

¿Qué cambió en mi mente durante el confinamiento para que ahora esté aquí escribiéndote en esta sexta edición del Personal Branding Lab Day? De eso es lo que te quiero hablar en las siguientes líneas: de mi propio proceso de cambio de actitud. Son 21 claves que a mí me están funcionando y que confío puedan darte pistas o inspirarte en tu propio proceso de personal branding.

Cinco “Síes” 

1- Sí, es bueno detenerse a reflexionar, a mirarnos, a repensarnos

Cuántas veces hemos visto a Mafalda y su “Paren el mundo que me quiero bajar”. Y el mundo se paró… ¿Qué hemos hecho entonces nosotros? En mi caso, lo aproveché para reencontrarme conmigo misma porque si de algo estaba segura es que no quería seguir por la senda que iba, en algún momento me había desviado de quién soy, de mis sueños, oculta y enfocada en los problemas. Me pregunté: ¿cómo he llegado aquí? ¿Cuáles han sido mis aciertos y mis errores? ¿Qué estoy haciendo mal? Pero de verdad, con el corazón abierto.

Cuando me detuve a pensar en las cosas que repetía y no funcionaban, en las personas que me rodeaban para bien o para mal, en los sueños que quería cumplir y que había dejado de lado, en todo lo que había superado, en mis fortalezas y mis debilidades. Hice todo eso y un día me dije: “vale, esta soy yo, esto es lo que tengo, esto es lo que quiero y esto otro es lo que no voy a repetir o lo quiero lejos de mí”. Entonces vi claro el camino, uno más coherente con quien soy en esencia y con mi propósito de vida.

¿Qué herramientas me ayudaron en ese camino de revisión? La serie de artículos que estuvo publicando Guillem Recolons en su blog bajo el nombre “Diagnóstico de tu Marca Personal”. Si no los has leído, te invito a leerlos y a hacer todos los ejercicios. ¿Qué no tienes tiempo, que son muchos? No pasa nada, tómate tu tiempo, a tu ritmo. Es mejor hacerlos bien que a la carrera porque es un trabajo de reflexión y de “mirar hacia dentro” muy importante y el pilar de todo lo demás.

2- Sí, es válido pedir ayuda

Muchas veces nos hacemos los fuertes, por la familia, los amigos, compañeros de trabajo; no queremos que se nos vea frágiles y vulnerables. En algún momento hemos decidido ser el pilar de otros, el apoyo de otros, y creemos que, si nos ven mal, agobiados o perdidos los vamos a preocupar… O en otras ocasiones es porque pensamos que somos capaces de solucionarlo todo: yo puedo, yo lo hago, yo salgo de esta, yo, yo, yo… Y no, no siempre lo podemos todo. Muchas veces nos bloqueamos poniendo foco en el problema y no vemos soluciones, alternativas.

Es sano pedir ayuda. Solo que tienes que elegir bien a quién pedírsela. Procura que sea alguien que de verdad te quiera ayudar sin pedir nada a cambio, porque cree en ti, te aprecia y confía en ti. Te voy a poner el ejemplo de un conocido: trabaja como teleoperador y por la razón que sea sus rangos de ventas suelen estar por debajo de la media de su grupo, en “zona roja”, del despido inminente. Cada semana se agobia porque no sabe si no lo renovarán y ese agobio hace que esté más tenso; lo que obviamente repercute en que sus ventas no mejoren, no fluya, se nota en el tono de su voz. ¿Y por qué no lo han despedido? Porque sus supervisores ven algo en él que él no ve. Lo han cambiado de campañas, le han dado más formaciones, lo aconsejan, lo animan, le van dando incluso más responsabilidades. Y les pidió ayuda y se la dieron. Ahora ya cree más en sus posibilidades y está más seguro de sí mismo. Por eso te insisto: pide ayuda.

3- Sí, es necesario tener muy claros tus talentos

Todo lo que se te da bien, eso que harías siempre sin importar las horas. Eso que hace que fluyas y te diviertas haciéndolo, creando, soñando con ir a más cada vez. “Pero no sé cuál es mi talento”, decimos muchas veces. Pues bien, hay un test gratuito que te da no uno, sino tus 25 mejores talentos y te los ordena por los cinco mejores hacia abajo. ¡Ya no podrás decir que no sabes en qué eres The Best! Se llama The VIA Character Strengths Survey, que te dará tus fortalezas de carácter. Es el único test científico gratuito en el mundo, no tardas más de 15 minutos y puedes elegir idioma (pincha aquí).

¿Cuántas veces ponemos más atención en lo que no sabemos hacer o en lo que no se nos da bien? Que no digo que esté mal mejorar esos aspectos, mientras no nos olvidemos de aquellos en lo que realmente brillamos y somos creativos (¿has visto la charla TED de Sir Ken Robinson sobre la creatividad? Seguro que sí, él lo explica de lujo). A mí misma no se me dan bien aspectos técnicos o de diseño gráfico. He estado meses intentando mejorar esas habilidades, pero hay un momento en que digo: no fluyo, pierdo tiempo y no queda como me gustaría que quedara. ¿Qué hago entonces? Pido ayuda (clave 2) y me enfoco en lo que sí se me da bien.

Otro punto que va de la mano en este: no te quedes solo con tu lista de talentos o fortalezas. Te invito a que hagas también una lista de tus logros, por pequeño que sean. Mira hacia el pasado y apunta todos tus éxitos, esos también son tus activos y a los que podrás recurrir siempre que necesites una solución, para que te inspiren y te motiven. Lo curioso es que, muy probablemente, van a coincidir con momentos en los que ponías en práctica tus talentos. ¡Y te darás cuenta de que realmente brillas cuando te dejas fluir con tus fortalezas!

4- Sí es importante conocer al detalle tu sector

En estos tiempos de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (V.U.C.A.) es fundamental estar actualizados y bien informados en todo aquello que tiene relación con lo que hacemos o a lo que nos queremos dedicar. Todo va tan rápido, que no podemos ir a la cola de lo que ocurre en nuestro ámbito, reaccionado, sin tomar las riendas. No podemos permitirnos no conocer el sector donde queremos estar.

Y eso implica saber filtrar la información, tener sentido crítico e ir construyendo nuestra propia opinión, nuestro estilo de hacer las cosas, nuestro sello personal. Y esto es tan aplicable como si trabajamos por cuenta propia o por cuenta ajena, si estamos sin trabajo o aún estamos estudiando.

¿Queremos ser referentes, estar en primera línea? Entonces no solo hay que parecerlo, hay que serlo. Conoce tu entorno, las tendencias, qué está haciendo tu competencia, pero sin obsesionarte. Y sin copiar a nadie. Nútrete del sector y de tu competencia. Inspírate, crea, déjate fluir. 

5- Sí, es fundamental que creas en ti. Siempre

Cuando leí hace años la biografía del Coronel Sanders, el creador de KFC, me impactó mucho una frase de la descripción que decía “él solo sabía que su pollo era rico”. Creía en él y en su habilidad para hacer de un pollo normal algo exquisito para la gente que solía ir a su pequeña estación de servicio. Un truco que me ha servido mucho durante los meses del confinamiento fue leer biografías o ver documentales de grandes personajes de la historia o del mundo contemporáneo. Y allí es cuando luego me preguntaba: ¿crees en ti? Es cierto que siempre habrá quien crea en ti y otros que no. Pero lo importante es qué hacemos nosotros: creemos o no…

Cuando hemos hecho los “sí” anteriores, ganamos la confianza para pararnos delante del espejo y decirnos: “Esta soy yo y estoy lista para conseguir mis objetivos”, o “Este soy yo y estoy preparado para lograr mis metas”.

Cinco “Noes”

6- No rechaces tus contradicciones

Un día tengo la certeza de que las redes sociales son lo mío; otro día resuena más la vocecita de “es una pérdida de tiempo, búscate un trabajo normal”; al siguiente vuelvo con que es lo que más me gusta y disfruto… Ya no lucho, lo acepto. Me relajo y desconecto cuando estoy muy saturada. Aceptarnos y querernos tiene también que ver con los permisos que nos damos: respeta tus ciclos sin reprocharte, sin sentirte culpable, sin querer dejar de sentir lo que estás sintiendo. Charles Chaplin termina su texto Cuando me amé de verdad diciendo:

“No debemos tener miedo de cuestionarnos,

de hecho, hasta los planetas chocan,

y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas”.

Si no sabes por dónde empezar porque mucha gente te da consejos (incluyéndome a mí ahora), empieza por lo que sabes, luego observa lo que pide el mercado o las necesidades de la institución donde trabajas. Y después por lo que te apasiona.

7- No te quedes parado

Un No es un posible Sí. ¿Cuántas veces no nos han llamado para una entrevista aun cumpliendo con todos los requisitos? ¿Cuántas veces no han aceptado una propuesta, aunque nos las hayamos currado? Cuántos mails no respondidos. Aprendamos a usar los No como trampolín a lo que queremos. Arriésgate, controla lo que puedas, pero arriésgate. Toca otras puertas, escríbeles a esos contactos que tienes tiempo sin saber de ellos. El ritmo lo marcas tú. Es verdad que cada uno tiene sus circunstancias y puedo estar hablando de una forma muy general, pero por eso insisto: tú mejor que nadie conoce tus circunstancias, tus límites y necesidades. Pero también tu potencial, tus talentos, tus metas y tus sueños.

No te enganches en los “no puedo”, en los “no sé”. Haz un plan de acción, pon tus objetivos de modo que sean alcanzables (usa indicadores SMART: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales). Tampoco es que te abras a lo loco perfiles en todas las redes sociales, creas que tienes que publicar todos los días. Cuando digo que no te quedes parado es que busques alternativas, soluciones, aprendas de cada No para no repetirlos.

8- No a las copias

Lo he escrito bien: no digo “no copies”, porque doy por sentado que no lo haces. Si lo hicieras, no entendería por qué te interesa el Personal Branding Lab Day que apela constantemente a la autenticidad (salvo que sea para copiarte, claro). Pero vuelvo al inicio: no a las copias. 

Se tú. Autenticidad. Deja ya de imitar a otros. ¡Diferénciate! Deja de intentar pertenecer a la multitud, esa que va sin criterio propio, uniformados… Alguien dijo alguna vez que era bueno para el posicionamiento en Google escribir un artículo para el blog con equis estructura, y pasan los años y ves cientos de artículos todos iguales, aunque sean de distintas temáticas. Todos los posts en LinkedIn o Instagram iguales porque un día alguien dijo que eso era lo que le gustaba al algoritmo. Todos los tuits iguales sin aportar tu propio estilo, tu sello, porque es más fácil copiar el copy de otro… ¿Un día alguien dice que lo más que se lleva es un podcast? Todos con podcast, aunque no sepan, no tengan claro la temática y cómo alimentar de contenidos de valor… y al poco tiempo terminan dejándolo abandonado. Lo que me lleva al siguiente No.

9- No a la incoherencia

Sé consecuente con lo que dices y haces, porque si no llega la decepción y después es difícil volver a confiar. Si eres jefe y dices que sabes delegar, confía entonces en tu equipo, sin controlar cada detalle ni juzgar si no lo hacen como tú lo harías… Si proclamas que las personas son lo más importante, entonces no te aproveches de ellas, no faltes el respeto, no humilles; tampoco intentes timarlas. No sabemos las vueltas que da la vida y si más adelante te vuelves a encontrar con esas personas. La incoherencia sale sola, no se puede ocultar mucho tiempo. Y en momentos de mucha presión y más visibles somos, más expuestos a que se vean las costuras. Por eso es mejor ser coherente con lo que se dice y se hace.

Pero también, y tal vez más importante: sé coherente contigo mismo, con lo que sientes, dices y haces. Si no quieres hacer algo, no lo hagas solo porque otros sí lo hacen. No temas quedar fuera o no estar a la moda. No podemos gustarles a todos y si eso sucede es porque estamos complaciendo a los demás, no a nosotros mismos. Cuando somos coherentes se siente una sensación increíble de paz, de orgullo propio y de integridad.

10- No reniegues del pasado

¿Fue malo? ¿Fue duro? ¿Duele todavía? Háblalo con alguien de confianza o escríbelo, dibuja… En mi caso, por ejemplo, escribo relatos, hago catarsis, me libero y luego los borro. Empieza de a poquito asomándote a aquello que no te gusta, obsérvalo, quítale peso. Desahógate para que pueda sanar la herida. Y toma los aprendizajes para que no se repitan. Hace unas semanas leí una de esas frases que se ven en Instagram que me gustó mucho: Si miras para atrás, que sea para observar lo que ya has recorrido y lo que ya has superado. En su artículo “¿Somos como somos?”, Joan Clotet lo explica así:

“En estos entornos de crisis y presión como los que nos ha tocado lidiar es especialmente importante adaptarse al entorno, pero también reflexionar sobre cuáles han sido los valores fundamentales que más nos han ayudado a superar travesías y tormentas durante nuestro viaje hasta el momento actual. Estos tiempos requieren capacidad de aprendizaje y desaprendizaje como nunca antes vivimos, pero también reclaman valores básicos como el sentido común, el respeto hacia uno mismo y los demás y la coherencia de lo que sentimos, decimos y hacemos”.

La confianza en uno mismo se forja en la medida que solucionamos desafíos, superamos problemas. Solo así, cuando se nos vuelve a presentar algo que en apariencia es adverso, nos podemos decir: yo he superado problemas mayores, si pude con aquello cómo no voy a superar esto. Hoy día tenemos una visión más sabia, tenemos más aprendizajes y herramientas, nos conocemos mejor. Entonces ganamos más confianza y comenzamos a pensar en las soluciones. No nos quedamos anclados en el pasado. 

¿Fue bueno tu pasado? ¡Excelente! Toma ese pasado como el impulso que ha sido para que hoy estés aquí, ahora. Y para lo que quieres lograr en el futuro.

Cinco “Por favor” 

11- Por favor, acción

Quienes me conocen saben perfectamente el pánico que tengo a la cámara, a grabar, a hacer vídeos. Y a finales de agosto un compañero en LinkedIn me invitó a participar en un reto para grabar vídeos en esa red social. Antes del confinamiento le hubiera dado las gracias y hubiese seguido con mis cosas. Pero yo había hecho mis deberes. No solo estaba consciente de que esa era una gran debilidad y que, estando en el mundo del social media me restaba oportunidades. Así que acepté e hice el reto y grabé un par de vídeos. Pero me conozco, sé que si no me meto presión volvería a no hacerlos. 

¿Qué hice cuando me reuní con Nilton Navarro para organizar el lanzamiento en redes de esta sexta edición del Personal Branding Lab Day? Le dije: “Quiero participar con un vídeo, como los del año pasado”. Y luego, cuando Guillem Recolons me dijo que en esta ocasión serían de un minuto, dije: Vale, pues no pasa nada, no mando vídeo, cómo voy a meter tantas claves en un minuto… Pero Guillem me dijo: “Escribes un post y haces el vídeo con el tiempo que quieras”. ¡Oh, oh! “Ya no tienes excusas, Francis”. Comprometerme públicamente en hacer el vídeo hizo que grabara, sin escudarme en miedos ni excusas.

Y hay otras vías para tomar acción. Andrés Pérez Ortega y Cláudio Inácio son expertos hablándonos de los Proyectos paralelos. Planifica la forma de conseguir ingresos extras poniendo en valor tus conocimientos y experiencia, tanto si estás trabajando, te gustaría emprender a futuro o trabajas por cuenta propia y quieres generar otra vía de recursos. Tal vez, con el tiempo y con tu constancia, lo que un día nació como proyecto paralelo se convierta en tu proyecto principal de vida.

12- Por favor, sé inconformista

¿Te cuento un secreto? A veces pienso en la vida como si fuera un videojuego en el que toca luchar contra los malos, evitar las trampas, ir recogiendo tesoros, subir niveles. Y si se acaban las vidas, volver a intentarlo habiendo aprendido el recorrido, ir más rápido y más segura. Vale, parece una frikada, pero… ¿a que si lo piensas con detenimiento seguro que tú también encuentras similitudes con la realidad? ¡Mejora continua! Sube niveles. Avanza siempre.

Pero cuidado: tampoco caigamos en el perfeccionismo y tampoco en el Síndrome del impostor, las personas que son incapaces de asimilar sus logros, que creen que no merecen el éxito que han alcanzado, que se sienten un fraude y se culpan. O sea, no. Si subiste de nivel por tu propio esfuerzo, es tu mérito. Abrázalo.

13- Por favor, ¡no entres en la absurda carrera de la competitividad! 

Más que un Por favor, es una súplica. Con tristeza veo en las redes personas en esa carrera pensando que así van a tener más visibilidad. SI alguien escribe un artículo con las 10 mejores aplicaciones para Instagram, entonces ellos publican una lista de 15; luego ya publicarán la de 25 cuando otro se les adelante con 15. En Twitter lanzas más de 1.000 tuits en una mañana porque quieres estar de primero en las métricas de Metricool, sin detenerte a pensar en su audiencia y la calidad del contenido que están compartiendo. O en la oficina ser quien primero llegue y la última persona en irse, para que vean que están.

¿En serio crees que eso te dará más visibilidad? ¿Crees que la gente no se da cuenta? ¿Crees que van a querer que estés en un proyecto en equipo? Definamos visibilidad entonces: ¿aparecer por aparecer? ¿Estar por estar? Me recuerda al chiste que dice:

Un grupo de comerciantes vecinos entraron en una dura competencia para promocionar sus zapaterías. El primero puso en su fachada: “La mejor zapatería de Madrid”. El otro: “La mejor zapatería de España”. El otro: “La mejor zapatería del Mundo”. Y el más humilde (e inteligente) puso: “La mejor zapatería de tu barrio”.

Compite contigo, no con otros. Pero sin exceso, que luego nos lleva a la pérdida de confianza en nosotros mismos y a la frustración.

14- Por favor, ¡evita compararte! 

“El césped es siempre más verde en el lado del vecino”, dice un refrán inglés. No sirve para nada compararse con otros, salvo para crear frustración, resentimiento o culpa. Además, la comparación es desigual: sus talentos contra tus debilidades, sus logros contra tus fracasos; si al menos fuera entre positivos con positivos y negativos con negativos… Pero no, siempre alguien saldrá perdiendo.

“Tiene más dinero, eso le ha facilitado las cosas”, “Es más inteligente que yo”, “Ha tenido ayuda, yo en cambio no tengo a nadie”, “No voy a aplicar porque seguro habrá gente más preparada que yo”, “Mi Instagram no es tan bonito como el de mi competencia”. ¿Alguna vez has pensado algo parecido? Comparamos para reafirmarnos en nuestras creencias y permanecer pasivos, no cambiar. Cada uno tiene su propia historia con sus victorias y sus derrotas, con sus talentos y también sus limitaciones, con sus circunstancias, sus objetivos. Cada uno gestiona su imagen pública y su forma de ser en el ámbito privado. Cuando conocemos mejor al otro caemos en cuenta que es imposible compararnos.

Siempre hay un puente entre tu realidad y lo que quieres lograr, que a veces no vemos. Es bueno tener referentes e inspirarnos. Admirar cualidades de otros si nos ayudan a mejorar las nuestras. Mirando sus caminos podemos tener pistas para ampliar miras, para ver más allá de lo habitual, pero siempre con el foco en uno y en nuestras circunstancias, objetivos, sueños.

15- Por favor, ¡diviértete! 

Celebra tus logros por pequeños que sean. Disfruta el camino. Regálate momentos con lo que más te gusta y conecta contigo. Amo meditar, entonces busco mis momentos para hacerlo cada día. Me gusta la música y me procuro instantes con alguna de mis canciones favoritas. Cuando hago esas cosas estoy haciendo cosas que me hacen bien y que disfruto. 

Hace unos días Elena Arnaiz publicó en su Instagram un post hermoso sobre esto, lo llamó “¿Qué haces cuando te quieres sentir mejor?”, te invito a leerlo.

Cinco “Gracias” 

16- Agradece a quienes te han apoyado

Yo no soy quien soy ni estaría aquí si no fuera por la infinidad de personas que me han ayudado, que han creído en mí, que me han animado, que cuando les he pedido un favor han estado. No siempre he podido devolver el favor o la ayuda como y cuando hubiera querido, pero todas las noches los tengo en mis oraciones y sigo buscando opciones para devolverles el favor. No hay más historia, no creo que sea necesario agregar nada más.

17- Agradece a quienes te han puesto piedras en el camino

Hoy soy quien soy también por esas personas. También por los rechazos, la ausencia de respuestas y los “no” acumulados. Cuando tuve malos jefes, me decía: “aprende para que cuando seas jefa no hagas esto”. O los clientes tóxicos me han enseñado lo que no quiero de nuevo en mi vida, aprendí a poner límites. Esas experiencias me han servido para aprender, ellos han sido mis maestros. 

18- Agradece lo que tienes y lo que no tienes también

Usa lo que tienes para tus objetivos, que eso no te detenga. “No puedo hacer el vídeo porque no tengo la mejor cámara del mundo”. Excusas, limitaciones, nos coartamos a nosotros mismos muchas veces. Elimina de tu vida los “hay que”: hay que tener mucho dinero, hay que tener la casa más grande, hay que tener muchos títulos, hay que tener muchos seguidores y muchos likes, hay que tener la mejor web que nadie. Hay que, hay que, hay que… 

Creencias e imposiciones de otros, que ni conocemos, pero que se nos han ido metiendo en la mente. Si te enfocas en lo que no tienes, no verás todo el abanico de posibilidades que puedes lograr con lo que sí tienes. Avanza con eso y ve construyendo oportunidades para que puedas tener entonces lo que quieres.

19- Agradece las oportunidades, no los resultados

Muchas veces quitamos valor a una experiencia tan solo porque no obtuvimos el resultado que queríamos. ¿Qué algo fue mal, no salió como tú querías? Si diste lo mejor de ti, ¿por qué te culpas? Y si no lo diste, pero estás consciente en lo que puedes hacer mejor, ¿entonces…? Piensa qué puedes aprender de la experiencia para no repetir situaciones. El Universo valora la gratitud, te abre puertas, te manda más de lo que te gusta.

«No fueron mil intentos fallidos, fue un invento de mil pasos», las palabras de Thomas Alva Edison cuando informó al mundo el proceso por el cual había conseguido crear la bombilla incandescente de alta resistencia. 

20- Agradece estar aquí, ahora

Por querer aprender en el Personal Branding Lab Day. Te interesa mejorar, ser mejor estudiante, profesional, mejorar en tu negocio o como docente. Te estás dando una gran oportunidad a ti, a tus proyectos, tu familia, tu trabajo. Aprovecha al máximo cada contenido, no solo de los ponentes, también del resto del público que, en sus comentarios, también aportan muchísimas experiencias, consejos. O con sus dudas nos aclaramos todos, aprendemos todos. Da lo mejor de ti, porque seguramente otras personas también se nutrirán con lo que aportes.

Clave 21 para que el trabajo te encuentre

La clave 21 es que no hay reglas, tú las creas. Yo te he contado las mías. Esto es lo que a mí me ha funcionado y necesitaba compartirlo contigo, por si te puede ayudar o, al menos, hacerte reflexionar un poco. Adáptalas a tu vida, a tus circunstancias, a tus objetivos. Toma lo que te sirve, ajusta lo que no. Si no te sirvió ninguna, al menos ya sabes cuáles no vas a aplicar.

¡Desafíate! Es el momento de que crees tus propias normas, tu propio método. Utiliza absolutamente todo lo que aprendas en el Congreso y haz tus reglas. Tu hoja de ruta, tu plan de acción para el 2021. Estoy segura de que, si adaptas a ti todo el contenido de esta sexta edición, te va a ayudar a que el trabajo te encuentre y no tengas que ir tú detrás de él.

Haz tu camino, potencia tus talentos, conócete mejor. Arriésgate, ponte a prueba, controla y monitoriza los aciertos y los fallos, ponte en modo “mejora continua”. Tendrás, tenemos, que ampliar nuestra zona de confort cambiando rutinas, procesos, reaprendiendo. 

Conecta contigo, con tu esencia, con tus valores

Si no lo has descubierto ya, trata de conocer tu misión, tu propósito. No estamos aquí por estar. No se trata solo de mirarnos en el espejo y decirnos que creemos en nosotros. Se trata de demostrárnoslo día a día. Con las decisiones que tomamos, en cómo nos relacionamos, poniendo límites, mejorando cada día. 

Las reglas son tuyas. Eso es liderar tu vida. Desde la certeza de quién eres y a dónde quieres ir, cómo quieres llegar. Es como una alegría generada desde dentro, desde la confianza de conocerte y creer en ti. Entonces es cuando brillas. Y ese brillo ilumina a los demás. Esa sí es la visibilidad que quieres para ti, ¿o no?

¿Recuerdas que en el vídeo te pregunté cómo estás? Lo vuelvo a hacer: ¿Cómo estás contigo ahora? Espero que estas reflexiones o claves, llámalas como quieras, te hayan servido al menos para conectar contigo, con tus deseos, con tu esencia. Con lo que te ilumina la mirada, con la risa cuando disfrutas lo que te gusta, cuando dices: “¡Esto es lo que quiero para mi futuro! Y estas son mis reglas”.

No quiero despedirme sin antes reflexionar en un punto que creo es el mayor de los aprendizajes de este año. Sí, 2020 ha sido un año diferente, especial. Meses llenos de incertidumbres, de dudas, de miedo. Un año de pérdidas, de ausencias, de distancias para millones de personas. Un año que querríamos olvidar. 

Pero son los años como éste los que forjan la vida, los que hacen de nosotros lo que somos, los que diferencian a los luchadores de aquellos que deciden instalarse en la queja o en culpar a otros, en el victimismo o en tomar las riendas y no esperar que otros solucionen los problemas.

No es en 2021 si no ahora cuando puedes agarrar la vida como viene y no dejar que la ola de las dificultades hunda tus sueños. A este 2020 aún le queda mucho por sumar, muchas oportunidades empiezan ahora si tenemos el valor de ir a por ellas. 

Crea tus claves, supérate cada día. Y si tu mundo se ha desmoronado hoy, llora, desahógate, pide ayuda. Y luego levántate y asegúrate de construir uno nuevo y mejor. Porque se puede. Porque tú puedes. Yo lo creo. ¿Lo crees tú?